El interventor de la Unión Cívica Radical de Tucumán (UCR), José "Lucho" Argañaraz, expresó su apoyo como autoridad partidaria a los legisladores José Ricardo Ascárate (bloque Hipólito Yrigoyen) y José Canelada (bloque UCR), cuyos votos resultaron claves ayer para la designación del jaldista Eduardo Cobos como nuevo defensor del Pueblo de Tucumán.
Tras la sesión, Bussi pidió las expulsiones de Canelada y Ascárate del radicalismo"La Unión Cívica Radical funda sus principios en la defensa de las instituciones y la república. El voto de nuestros legisladores para renovar al Defensor del Pueblo tiene sus raíces en esas convicciones que trascienden nombres y coyunturas", expresó Argañaraz a través de un texto.
Según el concejal de la Capital, "la interna política en el seno del gobierno manchó lo que debería haber sido un proceso normal de renovación de un cargo político reconocido por la Constitución". "Pero la irresponsabilidad de dirigentes que juegan con las instituciones como si fueran patrimonio propio, no pueden enlodar las decisiones tomadas en el marco de las leyes vigentes", afirmó el interventor de la UCR.
Además, disparó contra la Casa de Gobierno. "Las presiones de funcionarios y de legisladores cercanos al gobernador (Juan Manzur) no hicieron mella en nuestros legisladores. Buscaban la abstención o la ausencia a una sesión convocada con un fin específico y pautado por las normas constitucionales. Nuestros parlamentarios, con coherencia y coraje, sostuvieron la posición de un partido centenario", sostuvo Argañaraz.
Además, justició el apoyo dado por Ascárate y Canelada a Cobos, quien resultó electo de una terna que completaban Mario Koltan y María Emilia Saab.
"Su voto fue un freno al embate de un gobernador que quería la acefalía de la Defensoría del Pueblo para avanzar sobre otra institución como ya lo hizo con la Justicia durante todos estos años", sintetizó el interventor de la UCR.